lunes, 3 de mayo de 2010

¿Yo, casta?

Seguramente el joven Edipo lo creyó. Se ganó a una doncella por vencer a una vieja artimañera.
¡Doncella! ¡Qué iluso!
Cómo debe haberse reído la reina madre de Tebas ante la sorpresa de Edipo frente a esa mujer que "podría ser su madre".
-¿Yo, casta? -se burlo su flamante esposa en el lecho nupcial.
Bueno, no le importó tanto, a la final tuvieron cuatro hijos más.
Habría sido mejor que se quedara casta antes que matarse para no ver el final trágico de sus cuatro, no perdón, cinco hijos!
¡Qué destino este ah!

1 comentario:

  1. pero...que hubiera sido de ella si su destino no se hubiese consumado como tal, si en soledad hubiera muerto a la vejez viendo tal vez morir a sus hijos y en esta vida y en cualquiera ese si, es un dolor que no se hubiese podido soportar; que hubiese sido de la literatura y el teatro sin esa apasionada y fatal reina de pasiones ocultas; mala? buena? egoista? confusa? perversa? pasional? lo que hay en su personaje ni dramaturgos, ni actores, ni adivinos, ni simples "mortales" lo sabremos jamas, tal vez ni el mismo Sófocles lo supo. En fin una vez mas se asevera que...si hay algo incierto...es la pasion de una mujer.

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