martes, 4 de mayo de 2010

El límite

La noche mojada me despeja las entendederas... limpia el agua este confuso pensamiento que se pierde entre la mitología y unas letras calamarescas... al estilo shakespeariano puedo decir "¡Ay de mi!" Morfeo me tienta y los párpados me pesan... Arde mi pecho con ganas de una pasión más intensa y me pierdo en el teclado de la manzana mordida. Otro día se va, otro día vendrá...

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